Cicatriz, de Sara Mesa (Anagrama, 2015)

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¿Cuándo empieza lo enfermizo? Si existe una línea que divida con claridad las conductas saludables de las obsesivas, yo no la conozco. Me gustaría saber dónde está esa frontera que permite decir «de aquí para allí, bien; de aquí para allá, mal». Pero lo cierto es que sé —como tú también lo sabes— que ese límite no existe. O, mejor dicho, que es algo móvil que varía según el tipo de relación y según quiénes participan en ella. Como suele ocurrir en los asuntos sentimentales: es complicado. Si en soledad los seres humanos ya resultamos complejos, en cuanto empieza la combinatoria esa complejidad aumenta de forma exponencial. Seguir leyendo «Cicatriz, de Sara Mesa (Anagrama, 2015)»

Hainuwele y otros poemas, de Chantal Maillard (Tusquets, 2009)

Es común que artistas de toda condición renieguen de sus obras de juventud porque no se encuentran en ellas, porque no reconocen la dichosa y tan cacareada «voz propia» que definirá su trabajo posterior. Sin salir del mundo literario, J. G. Ballard nos insta a olvidar El viento de ninguna parte, y solo reconoce El mundo sumergido como su primera novela; Ada Salas se extraña ante las páginas de Arte y memoria del inocente y de Variaciones en blanco; Manuel Vilas habla del lento y perezoso aprendizaje de sus Primeros poemas, recogidos en Amor. Esa es, me parece, la clave del rechazo que provocan los textos primerizos: la voz no está porque necesita formarse. No se trata tanto de un encuentro como de una generación. La escritura, y todo lo que ella conlleva, solo se logra escribiendo. Seguir leyendo «Hainuwele y otros poemas, de Chantal Maillard (Tusquets, 2009)»

Matar a Platón, de Chantal Maillard (Tusquets, 2007)

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Siempre he pensado que la poesía comparte con la música una cualidad irracional. Creo que ya he mencionado aquí su capacidad para cortocircuitar nuestro raciocinio, para puentear la lógica y alcanzarnos en otro lugar, tal vez, más elemental. Lo curioso de este hecho es que ambas disciplinas se levantan sobre los dos instrumentos más racionales de que disponemos: el lenguaje y las matemáticas. De este modo, el intelecto y la sensibilidad, que en un principio parecen contrapuestos, se muestran enlazados a través del arte. Si digo esto es porque música y poesía nos afectan —cuando lo logran, claro está— a un nivel íntimo. Primero provocan la emoción; el entendimiento, si llega, lo hará después. Seguir leyendo «Matar a Platón, de Chantal Maillard (Tusquets, 2007)»

Croatoan, de José Carlos Somoza (Stella Maris, 2015)

 

Croatoan

Uno de los mitos fundacionales de los Estados Unidos, y puede que el más inquietante de todos ellos, es el de la colonia de Roanoke. En 1587, siendo todavía territorio inglés y durante la guerra contra España, un grupo de colonos llegó a Roanoke con la intención de buscar ayuda para establecer un nuevo asentamiento en la bahía de Chesapeake. Para su asombro, lo único que encontraron fue un esqueleto y una palabra tallada en el tronco de un árbol: Croatoan. Nada más se supo del centenar de habitantes de la zona, lo que sirvió para bautizar dicho asentamiento como la Colonia perdida. Tampoco se averiguó el significado de esa palabra. Las especulaciones en torno a lo ocurrido durante los tres años en los que no hubo contacto con la zona son numerosas, y van desde la integración de la población inglesa en las tribus locales hasta su muerte durante algún desplazamiento provocado por causas climáticas o alimenticias; eso sin entrar en las hipótesis sobrenaturales. Seguir leyendo «Croatoan, de José Carlos Somoza (Stella Maris, 2015)»

Corazón tan blanco, de Javier Marías (Penguin Random House, 2016)

La memoria juega con nosotros y en ocasiones nos distrae o nos provoca dudas porque es más frágil y voluble de lo que nos gustaría admitir. No sería la primera vez que asimilamos una anécdota oída infinidad de veces y la contamos como si la hubiéramos vivido porque, de verdad, creemos que ha sido así; es la versión natural de los falsos recuerdos, implantados en las sesiones de hipnosis. Pero no hace falta llegar a esos extremos. Puede ocurrir algo sutil, apenas perceptible, pero que despierte sospechas vagas tras las cuales no sepamos decidir si algo ha ocurrido o si es un fragmento imaginado, si es real o es ficción; aun cuando esta distinción carezca de importancia. A menudo se trata de nimiedades, pero que tocan una fibra profunda que nos pone alerta porque alteran nuestras creencias en el mundo como un lugar lógico y ordenado. Puede ocurrir durante la lectura, al reconocer un pasaje en un libro que sabes con certeza que no has leído; ni ese, ni ningún otro de su autor. El reconocimiento de lo que no se conoce siempre es, a la fuerza, extraño. En mi caso, unas páginas de este Corazón tan blanco causaron dicha sensación, mitad sorpresa mitad inquietud, propia del déjà-vu o, mejor, del déjà-lu (ya leído). Un recién casado, de viaje de novios en una ciudad que no es la suya, ve desde el balcón de su hotel a una mujer que le mira a su vez, y que parece conocerle, y se le acerca con un enfado monumental porque ha faltado a la cita que tenían convenida. Pero él no la ha visto en su vida, ni ha estado en la ciudad; y su mujer —que está acostada a sus espaldas, indispuesta— le pregunta qué es ese escándalo que se oye. Como él no sabe quién es aquella mujer, le contesta que no es nada. Seguir leyendo «Corazón tan blanco, de Javier Marías (Penguin Random House, 2016)»